EL desafío es cómo integrar este mundo emocional y relacional con el mundo de los resultados.
Una época particular la que nos ha tocado vivir. La pandemia ha generado nuevas maneras de relacionarnos socialmente, de colaborar, de trabajar, de apoyar, de acompañar, de producir, de celebrar. Muchos rituales se han desactivado para dar espacios a otros”. Este es el criterio que opera desde Murá Servicios de Consultoría Organizacional, para enfrentar los nuevos retos en las organizaciones. Al respecto, conversamos con Ilse Gómez, directora de esta firma, a fin de que nos desglosara el término “empatía” como una nueva forma de relacionarse en el trabajo.
¿Por qué asegura que la empatía es una nueva forma de relacionamiento laboral?
Las inquietudes de cómo sostenemos la conexión en un mundo donde el teletrabajo, el colaborar en tiempos asincrónicos, tener que supervisar, coordinar desde la distancia y desde lo invisible, est desafiando la manera de vincularnos y allí en ese espacio aparece la necesidad de poner la empatía no solo en práctica, sino cultivarla. Pero, por qué a estas alturas nos referimos a la empatía, dado que además de la pandemia, tenemos la ola de transformación digital, que también va marcando nuevas pautas en el relacionamiento con los otros. Para algunos autores, este término define la manera de establecer una verdadera conexión con la necesidad del otro, una verdadera solidaridad. Es un vínculo que se establece entre dos o más personas.”
¿Su importancia, cuál es?
La empatía es una competencia vital que se ha vuelto indispensable en las empresas para poder superar las crisis que se derivaron de la pandemia. Según Daniel Goleman, ésta forma parte de la inteligencia emocional que todo profesional debe tener en cuenta. Según el modelo de Six Seconds, en el cual me he reflejado de forma recurrente a lo largo de estos años, plantea por una parte que la empatía es una competencia emocional y que se pueden distinguir tres tipos: empatía cognitiva, que es lo que comúnmente denominamos como “ponernos en los zapatos del otro”. Esta es la que utilizamos normalmente en negociaciones, donde entendemos la necesidad del otro sin involucrar nuestras emociones. La también conocida como empatía de conocimiento, podemos verla en el área de servicio al cliente o ventas, donde entendemos bien qué busca nuestro cliente y podemos ofrecer la mejor alternativa a su necesidad. Luego tenemos la empatía emocional, que es quizá la primera empatía que desarrolla el ser humano, un bebé pequeño puede sentir empatía si hay otros bebes llorando. Es sentir la emoción de otro de manera que en algunos casos nos puede afectar y mostrar la misma expresión de dolor o alegría. Le sigue la empatía compasiva, que es lo que generalmente entendemos por empatía, sentir el dolor de alguien y actuar para ayudar. A través de ella, se trata de sentir preocupación por alguien, pero con un movimiento adicional hacia la acción para mitigar el problema.
Dado las consecuencias que ha traído la pandemia, tales como el aislamiento, las perdidas familiares por duelo, las perdidas de rituales sociales, se hace imperioso cultivar nuestra capacidad de conexión, de dar espacio para potenciar nuestros niveles de escucha de las situaciones que cada colaborador vive y poder elegir comprender, entender y sentir lo que el otro está sintiendo. Esto es fundamental para poder avanzar en elegir qué hacer en conjunto, digamos, si necesitamos cumplir metas y objetivos. El desafío es saber cómo integrar este mundo emocional y relacional con el mundo de los resultados.
¿Existen prácticas para desarrollar empatía?
El solo hecho de escuchar y estar hombro a hombro con alguien suele ser la mejor manera de mostrar empatía. Diría que tener prácticas de empatía, agudiza la percepción para detectar necesidades y sentimientos que podría ser capaz de escuchar, de poder determinar incluso los limites que quizás deba establecer y generar espacios de diálogos poderosos para construir en conjunto de forma bidireccional nuevas maneras de aportar o contribuir en lo laboral, sin que deje de apreciar cómo el territorio de lo personal queda vinculado saludablemente en el hacer profesional cotidiano.
Para algunos autores es establecer una verdadera conexión con la necesidad del otro, una verdadera solidaridad. Es un vínculo que se establece entre dos o más personas. La empatía es una competencia vital que se ha vuelto indispensable en las empresas para poder superar las crisis que se derivaron de la pandemia. Según Daniel Goleman, “ésta forma parte de la inteligencia emocional que todo profesional hoy día debe tener en cuenta”.
¿Qué modelos definen el concepto de empatía?
Como te comentaba, el “Modelo de Inteligencia Emocional Six Seconds”, que es mi guía, plantea por una parte que la empatía es una competencia emocional y con ella se pueden distinguir tres tipos: cognitiva, emocional, y la empatía compasiva.
Héctor García
Periodista