Una de las consecuencias más positivas de estos dos últimos años, es que el mundo ha puesto tu foco en la salud, se ha puesto de moda, siendo el tema principal de muchas de nuestras conversaciones y seminarios a nivel mundial. No solo nos ocupa en el ámbito personal, sino también en el organizacional.
Desde hace mucho tiempo he estado relacionada con la salud, desde mis estudios universitarios. Y hace ya casi 20 años la empecé a estudiar con mayor profundidad. En ese momento fue interesante para mí darme cuenta que la manera como el ser humano se aproxima a la salud ha ido cambiando en el tiempo. Los profesionales de la salud contemporáneos hemos estudiado y adquirido nuestros conocimientos bajo una concepción basada en un tipo de pensamiento mecanicista cartesiano en el que concebimos al cuerpo y a la mente como entidades separadas. Y este es el modelo biomédico preponderante aún hoy en día; sin embargo, tenemos fuertes evidencias que el mismo necesita ser revisado. Es claro que la Medicina y el estudio de la Salud ha tenido enormes avances y logros en el último siglo basada en este tipo de pensamiento: nos ayudó a esclarecer muchos conceptos y a encontrar soluciones para muchas enfermedades, pero este tipo de pensamiento ya nos resulta insuficiente para explicar el fenómeno humano de la salud y de la enfermedad.
En este sentido ha surgido un campo científico novedoso, la Psiconeuroinmunología, que estudia la interrelación entre los Sistemas Nervioso Central, el Sistema Endocrino y el Sistema Inmunológico. Es un modelo científico sistémico que ve al hombre como una totalidad. Es una concepción holística del ser humano como una unidad indivisible mente, cuerpo y espíritu, en donde cada uno de estos componentes está íntimamente relacionado uno con el otro y debe ser alimentado adecuadamente para mantenerse en un estado de equilibrio o de salud.
Las bases científicas de la Psiconeuroinmunología son hoy en día incontables. A pesar de que sus inicios son muy recientes, remontándose a los años 1.970 con el experimento de Ader y Cohen, cuyo aporte primordial fue el demostrar que el sistema inmune puede ser condicionado a través del sistema nervioso y por tanto, no funciona de manera independiente de otros sistemas, como hasta ese momento se creía. Este descubrimiento fue fundamental y marcó un hito para el crecimiento de la Psiconeuroinmunología.
Posteriormente se han hecho numerosas investigaciones en las que se ha demostrado que el estado emocional de un individuo puede producir cambios fisiológicos, endocrinos e inmunológicos demostrables. Hay pruebas definitivas que muestran que hay una diversa, poderosa y multidireccional comunicación entre el sistema inmune, el sistema nervioso y el sistema endocrino. Incluso las células del sistema inmune producen y secretan neurotransmisores y hormonas, lo cual es una importante evidencia de la íntima relación entre estos sistemas, influyendo uno en el funcionamiento del otro.
Hablemos un poco del sistema inmune y cómo funciona. Blalock argumenta que el Sistema Inmune es un sexto sentido. Lo concibe como el sentido que “detecta” los estímulos no cognitivos (aquellos que no se pueden ver, oir, tocar, probar o sentir) y moviliza al cuerpo para defenderse de tumores, alergenos, etc. Su afirmación se basa principalmente en que los sistemas nervioso, endocrino e inmune comparten un lenguaje bioquímico común. Existe una compleja interacción entre los elementos integrantes del sistema inmune para responder a la defensa del organismo humano y de éste con los sistemas Nervioso Central y Endocrino.
Siempre me gusta citar una sabia afirmación de Ridruejo Alonso, medico español: no debemos olvidar que, al hablar de Sistema Inmune, Nervioso, Endocrino, Cardiovascular, Digestivo o cualquier otro sistema del cuerpo, estamos realizando una abstracción. El organismo no conoce estos sistemas, ya que esta disección es puramente mental. Un ser vivo responde a los estímulos propios o del ambiente como un todo integrado.
La psiconeuroinmunología es hoy en día una nueva ciencia aún poco conocida, pero que ya ha encontrado diferentes aplicaciones en los campos de la medicina y la psicología: entre ellos programas de apoyo preventivo y de apoyo terapéutico, además de estudios epidemiológicos.
Esta nueva mirada de la salud incluye un aspecto importante: el rol activo del paciente como ser humano ante su enfermedad, o más bien su salud, con una visión distinta del médico por parte de él. Marianella Castés, inmunóloga venezolana dedicada al estudio de la psiconeuroinmunología menciona en sus talleres que los pacientes deben ser más bien “impacientes”, destacando de esta forma una mirada responsable y proactiva que toda persona debe tener con respecto a su salud. El impaciente toma sus propias decisiones acerca de su salud y ve al médico como un importante colaborador.
La medicina clásica se enfoca en el paciente y en la enfermedad. La medicina del futuro pondrá un mayor acento en la interacción humana, en la relación médico paciente, en el rol activo de cada persona en su salud. El reto de los médicos y de todos los profesionales de la salud del futuro es conocer al ser humano para el que va a trabajar y acompañarlo en su camino hacia la sanación.
Un aporte fundamental de la Psiconeuroinmunología es la demostración que de las terapias mente-cuerpo tales como relajación, meditación e imaginación guiada, las terapias psicológicas especializadas y programas de apoyo social son poderosos y eficaces coadyudantes a los tratamientos médicos. La gran ventaja de estas técnicas es que no tienen contraindicaciones ni efectos adversos. Ya de hecho hay algunos ejemplos del uso de las mismas en programas de prevención de salud.
La Psiconeuroinmunología es, en síntesis, una nueva disciplina científica, con una comprensión del ser humano, de la salud y de las enfermedades inclusiva. Está superando la mirada fragmentada del ser humano. Es un rescate de la mirada de la persona como un ser integral, responsable de su propia vida y colocando a la salud como lo que siempre ha sido: la cualidad fundamental del ser humano.
María Isabel Amarista
Consultor
Murá, Servicios de Consultoría Organizacional