El poder de la presencia es una habilidad importante que puede ayudarnos a liderar desde nuestro poder interior. La presencia sin distracciones ni preocupaciones por el pasado o el futuro nos conecta más profundamente con las personas que nos rodean y crear relaciones más significativas.
Para liderar desde nuestro poder interior hay que prestar atención a las necesidades de los demás y ser más sensibles a nuestro entorno. Esto nos permite ver las cosas con más claridad y tomar decisiones adecuadas a la realidad y el contexto en que experimentamos nuestra relación con otros.
La presencia también puede ayudarnos a manejar mejor el estrés y la ansiedad. Cuando nos detenemos en el aquí y el ahora, no nos preocupamos por el pasado o el futuro, lo que nos permite enfocarnos en el momento presente. Nos sentimos más relajados y tranquilos mejora nuestra capacidad para liderar desde la confianza.
¿Qué técnicas para desarrollar la presencia en el liderazgo existen?
Meditación:
La meditación o mindfulness para ayudarnos a estar más conscientes de nuestro entorno y nuestras emociones. La meditación es una técnica que puede ayudar a reducir el estrés al calmar la mente y el cuerpo. Hay muchos tipos diferentes de meditación, incluyendo la meditación guiada, la meditación de atención plena y la meditación trascendental.
Ejercicio físico:
El ejercicio físico es una excelente manera de reducir el estrés al liberar endorfinas, que son sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo y reducen la sensación de dolor. El ejercicio también puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y la salud en general.
Escucha Activa:
La escucha activa es otra técnica que nos permite estar presentes en las conversaciones con los demás.
Autoconocimiento:
Otra forma de cultivar la presencia es a través del autoconocimiento. Al conocer nuestras fortalezas y debilidades, podemos ser más conscientes de cómo nuestras acciones afectan a los demás y tomar decisiones informadas sobre cómo liderar en diferentes situaciones.
Respiración profunda:
La respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés al disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Puedes probar técnicas de respiración profunda como la respiración diafragmática o la respiración 4-7-8.
Yoga:
El yoga es una práctica que combina la meditación, la respiración y el ejercicio físico. El yoga puede ayudar a reducir el estrés al reducir la tensión muscular y mejorar la flexibilidad y el equilibrio.
Hobbies y actividades placenteras:
Participar en actividades que disfrutas puede ayudar a reducir el estrés al distraer la mente y proporcionar un sentido de logro y satisfacción.