Una suposición común es que cuantas más horas trabaje la gente, más productiva será y más rentable será la organización. A primera vista, el uso de las horas trabajadas como indicador de la eficacia y la productividad parece tener sentido, porque cuando las personas trabajan más horas, se supone que están creando valor adicional.
El problema es que cada hora adicional de trabajo no equivale a un aumento en la productividad y, en cambio, puede generar exceso de trabajo y, en última instancia, agotamiento. (También ayuda a lidiar con el agotamiento una vez que ya ha ocurrido).
De hecho, trabajar demasiadas horas en realidad impide la productividad, tanto para las personas que trabajan demasiadas horas como para sus equipos, lo que resulta en una disminución sustancial de la eficacia. El exceso de actividad y las largas horas pueden producir más errores, provocar una disminución de la salud de los empleados y llevar a las personas a enfatizar la reactividad sobre la proactividad.
Los costos están ahí, simplemente están ocultos. Las personas que trabajan demasiadas horas no tienen suficiente tiempo para recuperarse. Sin tiempo suficiente para recuperarse del trabajo, el agotamiento resultante impide la productividad, conduce a accidentes, enfermedades, desregulación emocional y errores.
La razón detrás de la disminución de la productividad puede explicarse por lo que los científicos sociales llaman el modelo de recuperación del esfuerzo. ¿Qué necesitamos para poder avanzar alineados con el bienestar y la salud física/mental?. Aquí te damos unas recomendaciones.
1. Dormir.
Dormir lo suficiente es una necesidad biológica para nuestra salud física y mental. Dormir también puede aumentar su productividad como líder . Sin embargo, las encuestas encuentran consistentemente que casi la mitad de los adultos duermen menos de la cantidad recomendada.
2. Ejercicio.
La mayoría de los trabajadores corporativos tienen trabajos sedentarios (sentarse en un escritorio en lugar de realizar actividad física) y esto puede estar entre paréntesis por los viajes que también pasan sentados. La actividad física puede aumentar la energía, el estado de ánimo, la cognición y el rendimiento. De hecho, el ejercicio y la eficacia del liderazgo están íntimamente ligados .
3. Recuperación Mental.
Ser capaz de mantenerse atento y concentrado es fundamental para un alto rendimiento. Pero eso es cada vez más difícil con las notificaciones siempre presentes de los dispositivos digitales y las jornadas laborales que pueden extenderse mucho más allá de la jornada laboral tradicional. Las prácticas contemplativas como la meditación pueden permitir que tu mente recupere el enfoque y la claridad. La atención plena es una forma sencilla de liderar mejor , y los ejercicios de atención plena pueden entrenar su cerebro para que esté mejor enfocado, lo que resulta en un pensamiento más claro.
4. Recuperación Social.
Los humanos somos animales sociales. Conectarse, cuidar y compartir con otros puede reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. Las organizaciones necesitan encontrar formas de fomentar interacciones sociales positivas en el trabajo y fuera del trabajo.
5. Gratitud.
Las emociones positivas pueden aumentar la energía y la creatividad. Las culturas laborales son excelentes para identificar lo negativo, pero podrían ser más intencionales para identificar experiencias buenas y significativas en el trabajo. Dar las gracias en realidad puede convertirlo en un mejor líder y también puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar.